lunes, 20 de diciembre de 2010

Plegaria

Señor, mi Dios,
 quita esta coraza impenetrable
que tiene mi corazón hacia Ti,
 derriba esa muralla doble
que no logro traspasar,
 quita esta horrible ceguera
 que no tengo y me impongo
 para llegar hasta Ti
y sentir tu inmenso amor.
 Diosito Santo, alma mía,
clamo a Ti, que estás aquí,
clamo a Ti, que te tengo siempre,
siempre a mi lado
y me cobijas en momentos
siempre por mí inesperados.

Tú, mejor que nadie,
sabes cuáles son mis sentimientos
y mi mente dice sí, y pienso:
hago esto y esto y esto,
mas mi boca y mi corazón,
 hablan y sienten distinto
a lo que mi razón inspira siempre
 y en todo momento.


Quiero abandonar el mundo
 y entregarme a tu encuentro,
sabiendo que en lo profundo,
dentro de mí hoy ha muerto
la que hasta ayer pensaba
que tú ya no existías.

Y sin querer ofenderte,
haz que en mí resucite,
 después de vivir tanto tiempo
sumergida en una muerte
sin plenitud, sin encuentros,
una fe y un amor que siempre
 vayan a tu encuentro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario