lunes, 20 de diciembre de 2010

Mañana… será otro día.

Son días tristes…
Melancólicos…
Opacos…
Nace un hermoso sol
Resplandece una hermosa luna
Los hijos juegan, ríen…
y uno… uno!
Sólo llora…
Por el amor perdido
Por el amor de años
Por el amor de ahora…
Por las situaciones diarias
Por una despedida inesperada
Por un espacio largo
Entre tu vida y la mía…
Te vas … no te detengo
Te amo… lo sabias
Te vas… aun no lo creo
Te vas… y lloro a gritos
con una almohada en mi cara
 que ahogue el llanto certero
 de este silencio que mata.
Estoy triste, dolida,
 incrédula, insegura…
Sólo una cosa sé
 Te amé, te amo
y mañana… será otro día.
Donde las penas se opaquen
con el ajetreo del día…
Donde las campanas suenen,
pero no es mi boda… todavía.
Donde los pájaros cantan
 y la vida… es alegría.
Donde la mujer llanera sufre,
pero no se embolata
porque aún le queda vida…
Ella amara en silencio
 al hombre de toda su vida…
Pero ha aprendido a vivir
disfrutando cada día,
De cada rayo de sol
De cada nube tardía
De ese espectacular paisaje
 de la hermosura del pico
 que engalana la llanura
 de toditita Barinas.
Ha! Carajo!
Que tristeza
 cuando hay tanta alegría,
Estás viva mujer, ¡viva!
Y eso… con Dios y la virgen
es lo importante ahorita.
Así  que olvidemos penas,
Desamores y melancolías…
 Hay que vivir ahorita…
mañana…
Mañana…  será otro día.

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