Cómo olvidar
que me hiciste daño.
Cómo olvidar
que te reíste de mí,
que aprovechaste
que era una niña
y sembraste en mi jardín
el odio hacia los hombres,
al marchitar las flores
cuando aún no eran botones.
Cómo olvidar que tú
sembraste la cobardía
en esa niña deshecha
por mil y una mentiras.
¿Por qué?
Alma triste que simulas
a lo lejos caminar,
tú que entiendes de pesares,
¿por qué no me enseñaste a odiar?
Para arrancar de mi pecho,
este amor fuerte y crecido
que aminora a mi paso todo
rastro de cariño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario